Los sueños,
esas metas tan distantes que parecen inalcanzables. Creo que sin sueños no podríamos
ser nada. Si, las metas realistas son importantes, pero son esas que creemos
imposibles las que nos motivan a trabajar sin cesar para dejar de creerlo. Los
sueños son lo que mueven al mundo, creo que todo lo que ahora es una realidad
en algún punto fue el sueño de alguien. Si nos basáramos siempre en conseguir
nuestras metas alcanzables nunca habría un progreso real, todos tendríamos las
mismas metas, las cumpliríamos y nos moriríamos sin más que aportar.
Detenerte a
analizar tus sueños es tan importante como detenerte a ver el pasado. Saber de dónde
vienes y a dónde vas es clave, no existe ruta de avión con solo origen o solo
destino, los dos siempre están presentes, la vida funciona de igual manera. No
es posible planificarla si alguno de los dos está ausente o no es claro.
Me gustó
mucho esta etapa del proyecto personal ya que pude parar y pensar cómo han
cambiado mis sueños y mis aspiraciones desde que estaba en la secundaria, la
preparatoria y ahora a un año de terminar la carrera. Me encanto darme cuenta que desde
la secundaria mi sueño era ser parte de la innovación y tecnología y eso no ha
cambiado. También darme cuenta que algunos sueños ya los cumplí y otros anhelos
de mi pasado ya no están en mi mira. Al final los sueños no son eternos,
cambian con el tiempo y desaparecen. Como tú cambias, creces, evolucionas con
los años, los sueños lo hacen también.
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